Pizza casera con tomate y mozzarella

Comenzamos con la masa. Vertemos toda la harina en un recipiente hondo.

Echamos un poco de agua tibia en un vaso y disolvemos la levadura. Stir with a wooden spoon. Removemos todo con una cuchara de madera.

Ahora es el momento de incorporar la sal y el resto del agua. Removemos y mezclamos bien con la cuchara de madera. Incorporamos un buen chorreón de Aceite de Oliva Virgen Extra GOYA® y amasamos dentro del recipiente.

Una vez la masa haya absorbido el aceite, echamos un poco de harina sobre la encimera y seguimos amasando sobre esta.

Amasamos durante unos cinco minutos de fuera hacia dentro. La masa no debe estar muy dura, sino moldeable sin que se pegue en las manos. Cuando la tengamos, la metemos de nuevo en el recipiente y cubrimos con un paño. Dejamos reposar la masa alrededor de 30 minutos.

Precalentamos el horno a 200ºC arriba y abajo.

Pasados los 30 minutos, amasamos de nuevo, y dejamos reposar unos 10 minutos más. ¡Vamos allá! Es el momento de estirar la masa. Lo haremos con las manos, pero no dudes en utilizar un rodillo si lo necesitas. Estiraremos todo lo posible, dejando los bordes con más grosor.

Con la masa ya estirada, esparcimos el tomate triturado por encima y una vez lo hayamos extendido, añadimos la albahaca seca.

Cortamos la mozzarela en rodajas y la colocamos sobre la base. Añadimos también los tomates y las aceitunas cortadas en rodajas. Y si te gusta la pizza con extra de queso, añadimos queso emmental rallado por encima junto al orégano y la pimienta negra.

Introducimos la pizza en el horno y horneamos durante 20 - 30 minutos. Sacamos del horno y listo. ¡Ya podemos disfrutar de nuestra pizza!